Primer video de la serie dedicada al vaciado de la máscara, antes de aprender a vaciar la máscara, vamos primero a comprender lo que sucede en nuestro cerebro cuando el agua entra en la máscara
En buceo es relativamente común que el agua entre en la máscara, basta con tener un poco de bigote, o de reírse para que el agua entre.
En algunas ocasiones dejamos entrar el agua para desempañar la máscara o hasta nos las quitamos para limpiarnos la nariz… por lo que es una situación bastante normal que en general se gestiona fácilmente vaciando la máscara o incluso continuando la inmersión con un poco de agua en la máscara.
Sin embargo, a pesar de su extrema simplicidad, el vaciado de la máscara es posiblemente el ejercicio que ha creado y que sigue creando el mayor número de bloqueos emocionales a los buceadores novatos e incluso a algunos buceadores experimentados.
Sobre todo, teniendo en cuenta que, si hablamos de coordinación motriz, la técnica de vaciado de la máscara es relativamente simple, ¿por qué un gesto tan simple como el de vaciar una máscara crea pues tantos problemas ...?
La explicación es muy sencilla, el problema no proviene de la técnica en sí, sino de la activación de nuestro cerebro automático y de nuestro cerebro emocional cuando detectan la presencia de agua en la nariz.
Esta activación será más o menos importante dependiendo de las personas, y sobre del contexto.
En este primer video volveremos pues a utilizar las neurociencias para comprender cómo funciona este mecanismo ancestral y cuáles son los factores que favorecen esta activación.
Una vez que hayan comprendido este mecanismo, veremos en los próximos videos algunos ejercicios prácticos para aprender a mejorar la gestión de sus reacciones y de su respiración en caso de entrada de agua en la máscara, si siguen mis consejos, el vaciado de la máscara se convertirá en un juego de niños para ustedes.
Para comprender mejor las explicaciones que siguen, le aconsejo que antes vean los 3 primeros videos de la serie dedicada a la regulación de la respiración en buceo. Para ello, denle a este enlace : https://www.youtube.com/watch?v=IsyE2zzFpfI&list=PLESyq3a0aswew8tPGt8OyR6BKPplznl8G
¡Muy bien, Volvamos pues a sumergirnos en las profundidades de nuestro cerebro!
Cuando el agua entra en contacto con nuestra nariz los receptores ubicados en nuestras mucosas nasales envían una señal a los centros de tratamiento y de control de nuestro Sistema Nervioso Central, esta señal será inicialmente tratada por nuestro cerebro automático que enviará muy rápidamente una orden de bloqueo respiratorio, ya que el cerebro automático está programado para evitar cualquier entrada de agua en nuestras vías respiratorias.
Al igual que cualquier información que altere la respiración, ésta activará nuestro cerebro emocional el cual, dependiendo de la intensidad de la señal, puede aumentar la orden de bloqueo e incluso enviar mensajes a nuestro cerebro consciente para pedirle que vacía la máscara más rápido o que saque la cabeza del agua con más o menos urgencia.
Si el bloqueo se prolonga, el aumento de la tasa de CO2 y la inactividad de los músculos respiratorios activará nuevamente el cerebro automático el cual enviará una orden de contracción a los músculos respiratorios para reanudar con la actividad respiratoria.
Como la orden de contracción será más potente, ésta provocará una demanda de aire más importante con el propósito de aspirar el aire por todos los medios osea por la boca y por la nariz ...
Por lo tanto, durante la inspiración, el poder de la aspiración hace que el control muscular necesario para dirigir el aire solo hacia la boca sea más complicado así que el agua puede penetrar de manera más o menos importante en la nariz lo que automáticamente activará una nueva orden de bloqueo y una reacción aún más potente de nuestro cerebro emocional.
Por lo tanto, es muy importante comprender que, siempre que haya agua en contacto con las fosas nasales, las órdenes automáticas de bloqueo y de inspiración pueden sucederse, y en última instancia, crear una especie de cortocircuito provocando una activación importante del cerebro emocional el cual puede, en los casos más extremos, tomar el control total de nuestras reacciones para obligarnos a sacar la cabeza del agua y desencadenar un ascenso incontrolado a la superficie.
La potencia de esta activación dependerá evidentemente de la situación y de una serie de factores como la calidad de la respiración, el contexto emocional, la sensibilidad de las membranas de las mucosas nasales o la temperatura, entre otros.
Antes de abordar los ejercicios prácticos en el próximo video, aquí les dejo una pequeña astucia que puede ayudarles a mantener el control si algún día enfrentan a una situación similar.
Dado que el principal problema proviene de la activación de los sensores de las mucosas nasales, si se encuentran en una situación en la que empiezan a perder el control de la respiración tápense simplemente la nariz con los dedos para bloquear mecánicamente el contacto del agua con las mucosas nasales y así reducir las órdenes de bloqueo mientras se reduce al mismo tiempo la activación automática y emocional.
Este simple gesto también le ayudará, al dirigir automáticamente el flujo de aire hacia la boca, a recuperar el control consciente de la respiración y a reducir aún más la activación emocional ... una vez que ya haya conseguido recuperar el control de la respiración y de sus emociones, ya podrán concentrarte en la técnica que le permitirá vaciar la máscara.
Por supuesto, esta no es más que una solución de socorro, con un buen aprendizaje no necesitamos taparnos la nariz, veremos cómo en el próximo video.
TOP-BUCEO : ©Todos los derechos reservados- 2019
TOP-PLONGÉE : © Tous droits réservés - 2019
Comments